Stanley Mockford pionero de la radiotelefonía
Frederick Stanley Mockford nació en Seaford, Inglaterra en 1897, inicio su vida laboral como operador de telegrafía en el London Brighton and South Coast Railway, al estallar la Primera Guerra Mundial se ofreció como voluntario para el recién formado Royal Flying Corps, y fue enviado a Francia con la primera unidad de telegrafía inalámbrica. En 1917 fue puesto a cargo de la instalación de equipos de radio en todas las aeronaves del escuadrón 141 y de capacitar a los pilotos para su uso, al finalizar la guerra se convirtió en funcionario del recién formado Ministerio del Aire y ayudó en el desarrollo temprano de la radiotelefonía en la aviación civil. Fue el primer examinador de candidatos para la licencia de operador aéreo, y en 1923 se convirtió en el oficial superior de radio en el aeropuerto Croydon de Londres.
Mockford Inventó el código fonético Internacional, utilizado hoy en día en las radiocomunicaciones de los servicios de transporte marítimos y aéreos. Otro de los grandes aportes de Mockford fue la invención de la palabra Mayday como señal de auxilio para alertar de una situación de emergencia.
A principios del siglo XX las llamadas de socorro se hacían radiando la señal SOS usando el código morse, pero con la llegada de la telefonía se hizo necesario usar una señal que fuera más legible al ser transmitida a través de un micrófono. Cuando se le pidió a Mockford que ideara una palabra para usar en caso de emergencia que tanto los pilotos como el personal de tierra pudieran entender fácilmente, pensó en la frase “Venez m’aider” (ven a ayudarme) usada por los pilotos franceses que volaban entre los aeropuertos: “Le Bourget” de París y Croydon de Londres. Mockford decidió adaptar la frase a un término que las personas de habla inglesa pudieran entender y el resultado fue “Mayday”.
“En ese momento, solo nos interesaba analizar la situación y descubrir cómo resolverla, nuestra mayor preocupación una vez que comenzó a descender fue que no se detuviera, pero lo hizo y pudimos escuchar la diferencia en su voz. Fue solo más tarde que nos dimos cuenta de lo aterrador que era todo”.